Imagina lo lento del tiempo cuando te obstina el pensamiento, mientras la velocidad de este mismo se manifiesta solo con el jolgorio y la desesperanza de ver pasar el mejor de los momentos.
Ya no sabemos que explicar cuando las palabras han sido tan usadas que pierden el significado mismo, y el valor de decir se cuestiona ante la vulgaridad de haberlo repetido una y otra vez sin obtener ya la misma respuesta.
El desgaste de ser comunes solo se refleja en las mentes de quienes se enfrentan a debatirlo dentro de estas mismas.
Porque dejamos de ser todo para convertirnos en nada, porque dejamos de ser una serie de puntos para convertirnos en una mera y simple línea.
Se me antoja brutal y violentamente volver a ver a quien dejé varado en el camino, sólo por asumir que seguiría mí paso cuan lázaro perruno, un tanto devastadora fue la sorpresa de ver que ya no seguía a mi lado.
Se comprende el cansancio y el agotamiento de este, mientras mi ignorancia ante su subestimación no es justificable ni con palabras, menos con lágrimas.
Lo irónico y lo grato del mismo segundo es que me devolvería una y mil veces a buscar a quien dejé, por el contrario no a quien veo en este momento. Un tanto odioso y egoísta eso de extrañar, pero es lo que es... sólo se adornó con destellos y sabores agridulces que duraron lo suficiente como para razonar el equivoco del momento.
En ocasiones hay que disfrutar el error, sólo por corresponder al pensamiento que aflige más tarde.
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1 comentario:
Sabes? Escribes mucho más lindo que yo. No tengo "dedos" para "pianos" de este tipo. Me gusta que sea así porque, así como tú me dijiste, no te das vueltas inútiles y te desahogas sin tapujos. Nuevamente, más que "N" para tí. Beso. Chau.
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