Vulgar el pensamiento del mundano, que cree olvidar en lo ajeno lo cercano.

Lo cierto es que ampliaste mi perspectiva, y a esto no puedo más que agradecer a quien te haya puesto en mi camino.
Al tiempo me doy cuenta del vuelco en mis palabras, y cuando ya pasamos por las escritas con dolor y tristeza, llegamos a las lanzadas con pura y simple rabia, y no es por ti, menos para ti, es para eso que dejas en mi. Al fin y al cabo soy yo, mientras tú sigues con lo tuyo, yendo y viniendo por un camino evidente, bien conocido, en cual yo no tuve lugar.
En ocasiones, lo mero y evidente se altera con la simpleza, solo por miedo a conocerla, y el paso que mas nos cuesta es el siguiente a lo incuestionable, solo por no tener un porque de ser.
Lo que funciona para unos para otros no, pero lo que funciona en mí en ti se ve vulgar, algo de risa me darás, y la sensación de verte como un mosquito odioso no me es más que eso.
Toma en serio solo la mitad de lo que hago y digo, por que lo demás es para el espectáculo que la vida misma requiere, mientras que lo cierto y puro en simpleza fue solo para ti.
Nunca resultaste lo que esperé, menos lo que quize, siempre fuiste ese algo más.
La sensación de recordarte como la risa que inundó mi cara es el goce propio de saberte simple y evidente en tu forma de querer.

Claro... hay cosas, que pasan, con el tiempo y la inconstancia.
Que te vaya muy bien... porque siempre lo mereciste.