domingo, 15 de febrero de 2009

fríaMENTE

Se le perdió hasta la sombra.
La pena lo desborda, y ya nada lo asombra.
Era lo lógico pero la realidad lo incomoda.
No sabe y no lo logra, ser el hombre que le prometió a esa niña tonta.
Hoy se siente una mera sobra, en la mente de una niña un poco loca.
Porque siempre le resulto segura.
Mujer con aires de locura.
Cuando él la tomaba por la cintura ella cedía hasta la tortura.
Nunca pensó que hoy ella sería su amargura.
Pero cuando se soltó de su armadura, la vida le enseñó cordura.
Ella hoy lo recuerda como una aventura.
Él la piensa con ternura y una lagrima que lo alumbra.
Un tonto al que lo superó la gracia de su alumna.
Para que le mentiste, si al final no pudiste.
Tú mismo la hiciste, y ahora sientes que te arrepentiste.
De alguna forma le insististe, y resultó mejor de lo que construiste.
Pero hombre, siente orgulloso de tu logro invencible.
Que la hiciste como mejor pudiste, ahora por qué vas por la vida de invisible.
Te duele que no sea quien conociste.
Te duele que sientas lo que no quisiste.
No es imprudencia, menos de decencia.
Debiste tener un poco de conciencia.
Ahora solo te resta un recuerdo de su inocencia.
Y la pena que te inquieta al verla honesta.

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ya déjalo... por la paz.

1 comentario:

silvia e. dijo...

ay, yo también cedo cuando me toman de la cintura que me queda. no le digas a nadie.


teroquie dulzura :*