No soy su amiga, no lo veo todos
los días, no me siento a su lado, y parte de su rutina no he sido de hace
varios años. No soy su compañía, no le veo por las mañanas, no sé si come, ni
me entero de con quién habla.
No soy su amiga, pero de sentar a
todos sus amigos en comunidad, ninguno sabría que al desayuno el huevo revuelto
con jamón o queso no le puede faltar; que el día es bueno si es que hay de ambos en la mesa, y que siempre es té a tres cuartos de la taza en
armonía con el vaso de agua fría; no soy su amiga, pero sé que duerme de
costado y que su abuelo lo crió como un buen hombre.
Que es amable con las modas y que
ha sido desde cantante aficionado, mago de un solo público hasta rapero
cojonudo; pero no soy su amiga, porque de serlo, no estaría escribiendo de él,
cuando hay alguien que con esmero me espera. No soy su amiga, pero hace un
tiempo fui la mejor, en persona y corazón.
.
Lo siento, lo siento mucho.-
.